La musicalización y el sonido de la obra representan un aspecto muy importante ya que potencian las escenas, les da realismo y permiten recrear el ambiente y darle ritmo a cada acción. En nuestra obra, la música y el sonido están centrados en cada uno de los escenarios donde se desarrollarán las escenas.
En el primer escenario, la casa de Inés, se colocará una canción de Franco De Vita para darle un ritmo de tranquilidad a la conversación entre las dos amigas, Inés y Norma. Ya que se trata de una charla de desahogo y una tarde de vinos, una canción lenta y tranquila va acorde a la situación.
En el segundo escenario, la cafetería, en donde se encuentran los personajes de Julia y Norma, se pondrá una música de ambiente relajante para dar la sensación de un lugar público tranquilo.
En el tercer escenario, la calle, en donde se tropiezan Julia y Alicia, se escucharán sonidos de carros y cornetas para dar a entender que de hecho están en la calle y se refleje ese realismo.
En el cuarto escenario, la casa de Emilia, se escogió una canción de merengue para reflejar la personalidad de ella mientras está limpiando su casa y recibe a su amiga Alicia.
En el quinto escenario, la casa de Inés nuevamente, no se pondrá música ni sonido ya que los personajes, Emilia e Inés, se encontrarán en un momento de tensión por la pelea que estará ocurriendo en escena. Queremos que se capte esa tensión, las palabras que utilizan y el disgusto de ambas, por lo que un sonido o algún tipo de música no quedaría acorde a lo que está pasando en el escenario.
En el último escenario, la fiesta, habrá sonidos de voces mezclada con música de los '80 para recrear un ambiente festivo y de celebración en el cual se encuentran los personajes Julia, Norma y Alicia.
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